Un buen resumen, lo da una anécdota que contó el ahora presidente, Evo Morales. Cuando era chico, iba hasta el paso del tren a recoger y comer las cáscaras de naranjas que los viajeros tiraban por las ventanillas.
Yo creo que el mundo puede ser mucho más que este horror de la desigualdad.
3 Comments:
No los hay, y aún tienen la luz de la esperanza en sus ojos y regalan sonrisas.
Saludos
Lo peor de todo, es que cada vez es mas habitual,y esto al final se convierte en lo normal y todo el mundo lo acepta.
bss
Es tan inmensa la pobreza en Bolivia.
Un buen resumen, lo da una anécdota que contó el ahora presidente, Evo Morales.
Cuando era chico, iba hasta el paso del tren a recoger y comer las cáscaras de naranjas que los viajeros tiraban por las ventanillas.
Yo creo que el mundo puede ser mucho más que este horror de la desigualdad.
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