martes, febrero 07, 2006

Se me olvidó ...


Ya no me acuerdo de lo bien que me sentía cuando siendo niña jugaba al "escondecucas" , ni cuando mi padre me llevaba a pasear al campo con mis hermanos y recogía margaritas y amapolas . Se me olvidó contar hasta diez con los ojos cerrados y jugar a ser mayor .
Se me olvidó ...

2 Comments:

At 2/07/2006 7:33 p. m., Blogger Julio Suárez Anturi said...

Hay que buscar entre las amapolas esos instantes imperecederos. Por ahí deben estar, solo que por ahora no los vemos.

 
At 2/15/2006 4:01 a. m., Blogger Umma1 said...

Hermosísimo lo que decis Isabel.
Siempre hay un desheredado presto a tender la mano.
Sabés? Aunque a veces, ser recto, defender un linea ética, los amigos, los débiles, tenga un costo tremebundo, un día habremos de asomarnos a nuestra propia muerte y yo, al menos, no quiero darme asco.
Un abrazo.

 

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