Los aromas

El olor del café por las mañanas es el inicio de una progresión sucesiva de sensaciones aromáticas durante todo el día . En el desinfectado cuarto de baño percibes las señas de identidad del último visitante , eso si , camufladas con un oleaje de partículas de ambientador . Tu ropa guarda la identidad del detergente que la limpió y el perfume de tu piel la impregna dándole personalidad . Los perfumes colaboran en el despiste ya que te desubican de la verdadera naturaleza de lo que ves , sin embargo los desodorantes te ayudan a concentrarte en el objetivo y no esquivarlo por repulsa . En la calle , si tienes suerte , árboles y setos te regalan sus fragancias y sino los tubos de escape de los coches atrofian un poco tus pituitarias .
A la hora de comer es un derroche de percepciones olfativas , los efluvios de las cocciones , las frituras , la emanación que resulta de cocinar carnes y pescados , la sublimación cuando van acompañados de ricos caldos vinícolas .
La experiencia de oler a un bebé es increíble , es una sensación de protección y ternura . Adviertes la indefensión de la criatura y un fuerte aroma de símbolos primarios se fusionan .
Y el aroma de tu alma gemela ... ¿ cómo huele ?